A finales de la década de 1980 los productores de granalla de acero fundido debido a las continuas fluctuaciones en el precio de la chatarra decidieron, también a pedido de sus clientes, separar el costo del componente de chatarra del precio comercial del abrasivo, atándolo a las encuestas realizadas por terceros en los mercados internacionales.
Desde entonces, el precio de la granalla de fundición se ha compuesto por un precio base, definido por la negociación comercial cliente / proveedor, y un componente de “ajuste de chatarra” mensual basado en la evolución del precio de la chatarra en los mercados internacionales, calculado sobre encuestas del mes anterior al suministro de arena.
En consecuencia, el precio de ajuste de la chatarra se actualiza mensualmente y se comunica a solicitud del cliente.